Es un defecto o lesión no progresiva del sistema nervioso central que tiene lugar en el cerebro inmaduro del niño, produciendo alteraciones de la postura y el movimiento y de los sistemas sensoriales, retrasando o impidiendo el desarrollo global normal de la persona.
Las causas pueden ser múltiples, y se dividen en:
– Prenatales o previas al nacimiento (alteraciones genéticas, lesión intrauterina por diferentes causas, etc.)
– Perinatales (lesión en el momento del parto, por anoxia, sufrimiento fetal, prematuridad, etc.)
– Postnatales (por infecciones, traumatismos, etc.)
Cuando la persona que tuvo un daño cerebral en la edad infantil o PCI alcanza la edad adulta, será muy importante que continúe con un tratamiento de fisioterapia especializado con un enfoque adecuado a la edad del paciente, y siempre en función de su grado de afectación.